
¿Qué está pasando con la música?ChatGPT PlusChatGPT Plus

Hubo una época en la que la música era magia pura. En los años 80 y 90, cada lanzamiento parecía marcar un antes y un después. Surgían íconos que no solo cantaban, sino que definían una era. Michael Jackson, Madonna, Whitney Houston, Prince, Nirvana, Luis Miguel… cada uno tenía un sonido propio, una identidad irrepetible. Las canciones de aquel entonces no eran solo melodías: eran historias, emociones, himnos generacionales.

Hoy, en cambio, la música parece haber perdido algo de esa chispa. Se lanza más contenido que nunca gracias al streaming, pero paradójicamente, pocos artistas logran dejar una huella duradera. Hay talento, sí, y mucha producción, pero la sensación general es que todo suena muy parecido, como si se siguiera una fórmula. Los sencillos son fugaces, diseñados para viralizarse más que para quedarse en la memoria.
Una de las razones de este cambio puede estar en la propia industria. Antes, para llegar al público, un artista necesitaba pasar por un largo proceso: grabar, producir, distribuir, promocionar. Eso implicaba más filtros, más tiempo para madurar ideas, más intención artística. Hoy, cualquier canción puede hacerse en una habitación y publicarse al instante. La inmediatez ha reemplazado al desarrollo.
También hay una saturación de contenido. Escuchamos tanta música que pocas canciones alcanzan el nivel de profundidad emocional que lograban los clásicos. En los 80s y 90s, una canción se escuchaba durante meses o años; ahora, es reemplazada en días por la siguiente tendencia.
Pero quizás no se trata de que la música actual sea peor, sino de que hemos cambiado como oyentes. En aquellos años, escuchar música era una experiencia ritual: comprar el disco, leer el libreto, esperar el estreno en la radio o la TV. Hoy, todo está a un clic, y esa facilidad le ha quitado parte del encanto.
¿Se ha perdido la magia? Tal vez no del todo. A veces, una voz nueva o una melodía inesperada nos recuerda que la música todavía puede emocionarnos, sorprendernos, tocarnos el alma. Pero ya no es tan común. Como si el ruido del mundo actual estuviera ahogando el silencio necesario para que esa magia vuelva a brillar.
Lo que extrañamos no es solo la música de los 80 y 90. Extrañamos lo que esa música nos hacía sentir: que estábamos viviendo algo único, irrepetible, profundamente humano.
¿Y qué pasa con la música actual? ¿Hay calidad todavía?
Después de repasar el impacto que tuvieron los años 70, 80 y 90 en la historia de la música —con artistas que marcaron generaciones y sonidos que aún hoy se usan como referencia—, es lógico preguntarse: ¿y ahora qué? ¿Dónde están los nuevos íconos? ¿Sigue habiendo música con alma, con peso cultural, con esa chispa atemporal?
La respuesta corta: sí. Pero es diferente.
Fragmentación y acceso masivo
Hoy no hay una sola corriente musical dominante como en los 80s con el pop o el rock. Vivimos una era de hiperfragmentación, donde conviven miles de microgéneros. Lo bueno: hay algo para todos. Lo malo: cuesta más que una canción se vuelva una referencia global duradera.
Plataformas como TikTok y Spotify han cambiado la forma de descubrir música. Un hit viral puede durar semanas y desaparecer… pero también puede lanzar carreras enteras (como le pasó a Billie Eilish o Olivia Rodrigo).
¿Quién está haciendo música de calidad hoy?
- Billie Eilish: trae una sensibilidad nueva, minimalista, emocional, con letras introspectivas. Es una especie de anti-pop star, y aun así, es una estrella global.
- Bruno Mars & Anderson .Paak (Silk Sonic): puro revival de los 70s con alma y groove. Calidad instrumental, estética cuidada y guiños a Marvin Gaye o Prince.
- Tame Impala: rock psicodélico moderno, melódico y profundo. Muy respetado incluso por artistas de otros géneros.
- Rosalía: ha sabido mezclar flamenco, reguetón, pop experimental y más. No todos la entienden, pero lo que hace es arte con intención.
- Kendrick Lamar: si buscas letras con contenido, crítica social y calidad musical, es uno de los mejores letristas de esta generación.
- Jacob Collier: virtuoso, mezcla jazz, música clásica y pop moderno, como si fuera un heredero del Stevie Wonder experimental.
Tendencias actuales con raíz retro
Curiosamente, lo más innovador muchas veces mira hacia atrás:
- Neo soul y funk (Anderson .Paak, Silk Sonic, Tom Misch): sonido cálido, orgánico, muy 70s.
- Synthwave / Retrowave (The Weeknd, Kavinsky, Gunship): puro homenaje a los 80s, con sintetizadores y estética retrofuturista.
- Bedroom pop / Lo-fi: producción casera, íntima, como si escucharas a alguien grabando en su habitación. A veces recuerda al indie de los 90s.
- Pop nostálgico: Dua Lipa, Charlie Puth y otros reviven sonidos de los 80 y 90 con producción moderna.
4. ¿Y lo más comercial?
Sí, el reguetón, el trap latino, y el afrobeats dominan los charts globales. Algunos lo ven como una caída de calidad, otros como una evolución del ritmo y el baile. Artistas como Bad Bunny, Feid o Rema son los nuevos referentes para millones. No son los Beatles ni Queen, pero sí marcan época desde otra lógica: la del ritmo, el beat, la energía.
Conclusión
Es verdad que ya no hay «leyendas» en construcción con la misma aura que antes… pero eso también puede ser una ilusión generacional. El tiempo dirá qué artistas de hoy resistirán las décadas.
Lo importante es que sigue habiendo música con intención, con emoción, con calidad. Solo que está más dispersa, menos evidente, y hay que buscarla entre montones de ruido. Pero cuando la encuentras, sigue pasando lo mismo de siempre: se te eriza la piel, y sabes que eso tiene alma.